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Margaret Nagawa,

Escultora, pintora, curadora, organizadora de exposiciones de arte, Uganda.

Traducido por Margie Díaz Mesén, Costa Rica.

Margaret nació en Kampala, Uganda y estudió artes visuales en la Escuela de Bellas Artes de Kampala. Durante los siguientes años creó esculturas, produjo piezas en batik, y fue curadora de algunas exposiciones en Kampala. Más tarde, en 1998, se trasladó a Londres, para obtener una Maestría en el Goldsmiths Collage para especializarse como curadora.



Margaret Nagawa y su hija, 2001

Estudié bellas artes en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Makerere, en Kampala, entre los años 1990 y 1993. Obtuve un bachillerato en pintura y escultura, y al graduarme era artista residente en The Gallery Café, en Kampala. Durante unos siete años esta galería fue administrada por dos bahá'ís canadienses, Sylvia Walters y Karyn (Robarts) Wilson, excelentes como representantes de arte y con gran visión para los negocios. Ambos tenían experiencia previa administrando negocios.

The Batik Lesson [Lección de batik], fotografía de Margaret Nagawa.

En 1993, después de viajar por la región oriental de Africa durante un año, decidieron abrir esta galería. Por aquel tiempo, los únicos sitios donde se exponía arte eran: Nommo, la Galería Nacional de Arte de Uganda; ; la Galería de la Universidad; el Nnyanzi Art Studio; y el Hotel Sheraton.
El Hotel Sheraton era el único lugar donde se podía comprar una taza decente de café, por lo que quisieron ofrecer a los habitantes de Kampala de arte y de un buen café. Aunque Uganda es uno de los mayores productores de café, los ugandeses prefieren tomar té en vez de café, así que está combinación de galería de arte y café era una atracción especial para la comunidad expatriada. Para muchos ugandeses esta galería fue su primer lugar de exposición.

Como artista residente, utilizaba el estudio y me alojaba en las instalaciones de la galería; además recibía un modesto salario. Fui desarrollando esta función paulatinamente hasta llegar a incluir tareas de administración. En total trabajé cuatro años para The Gallery Café como artista residente y administradora. Mis responsabilidades incluyeron varios viajes, cosa que disfrutaba en gran medida. Viajé a Zimbawe, Tanzania y Kenya para localizar la artesanía y otras obras de arte que se vendían en la galería junto con el café.
Al principio trabajé con óleos, acuarelas, carboncillo y concreto. Más tarde en 1994 comencé a interesarme en la técnica del batik que estaba utilizando Thomas Chindingo, un artista de Zimbawe. En vez de cera, Chindingo utilizaba una pasta a base de yuca, y obtenía resultados sorprendentes pintando y tiñendo la tela durante el proceso.

Batik sobre tela, de Margaret Nagawa.

Trabajé junto a Chindingo durante diez días en el estudio, y luego continué a partir de allí usando una técnica que consiste en aplicar la pasta con una boquilla [parecida a la manga para repostería], luego se deja secar al sol y se utiliza pintura (no tinte) para tela. Descubrí que el almidón, así como la harina de arroz o de maíz, funcionaba igual de bien. Una vez que la tela se seca, se estira para formar grietas muy finas. Más tarde se remoja y raspa. En este punto la pieza se puede teñir o dejar sin tinte.


The Most Holy Leaf [La Hoja Más Sagrada], 1994, detalle de una escultura en cerámica.

En 1997, me trasladé a Londres para obtener una Maestría en Fine Art Administration and Curatorship en el Goldsmiths College de la Universidad de Londres, para especializarme como curadora y administradora en bellas artes. El programa intensivo de un año de duración estaba formado por 22 estudiantes, la mayoría extranjeros. El grupo aprendió cómo administrar las artes basándose en los diversos enfoques existentes en Londres. El programa requería que el grupo realizara dos proyectos independientes. Yo seleccioné como proyecto la creación de una exposición conjunta entre el Reino Unido y Uganda. La parte más difícil fue comunicarme con los artistas ugandeses, pues solamente uno de ellos era artista a tiempo completo; a diferencia de la actualidad, en el aquel momento ninguno tenía acceso al correo electrónico.
Yo había trabajado antes con este grupo de artistas, el cual juntaba sus recursos para realizar exposiciones, obtener materiales y localizar talleres de arte para desarrollar las obras. La exposición fue titulada "Guerra y paz", pero como este título no atraía interés en el Reino Unido, decidí cambiarlo para incluir artistas de Kenia y Uganda y lo llamé "Sonrisas y Escalofríos: perspectivas sobre la guerra y la paz ".

La exposición fue instalada en el museo ugandés, en Kampala, en 1988 y se combinaba con un foro público con presentaciones especiales sobre el tema de la guerra y la paz. Me di cuenta que a pesar de haber vivido años de terror, muchos ugandeses no querían tener que ver con aspectos tristes de la vida; preferían hablar sobre las distintas formas de alcanzar una paz duradera. Tampoco les gustaba representar imágenes tristes, como sucedía con el arte ugandés de la década de los ochenta, más bien preferían expresar aspectos más felices de la vida cotidiana. El Museo Ugandés es básicamente etnográfico. Los ugandeses lo visitan en familia durante los fines de semana, y en grupos escolares durante la semana, en compañía de personas instruidas y de turistas. Con la idea de que muchos ugandeses verían la exposición, seleccioné el museo como lugar de la presentación, y así sucedió.

Regresé a Londres para trabajar con la October Gallery [Galería Octubre], ubicada en el centro de Londres. Su directora artística era Elizabeth Lalouschek y yo su asistente. Aprendí mucho con ella. La galería exhibe arte contemporáneo de África, Asia, y Europa, en donde se enfocan más en un trabajo de vanguardia. Parte de las obras exhibidas no pertenecen a la corriente artística académica, como el espectáculo de artistas peruanos, quienes además eran personas con destrezas en determinadas terapias curativas.
La presentación buscaba vincular esto con su práctica artística. La mayoría de nuestros clientes había viajado a algunos de esos países o tenía un interés personal en coleccionar, digamos, obras de artistas aborígenes de Australia.

A principios de 1999 me casé, y en el 2000, cuando la familia comenzó a crecer, decidí quedarme en casa y cuidar del bebé a la vez que retorné a la elaboración de arte. Desde entonces, he vivido en carne propia las dificultades de una existencia dual entre criar niños y cultivar el arte.

Sky Princess [La princesa de los cielos], 1995, batik sobre tela de Margaret Nagawa.

Regresar a Uganda a mediados del 2001 significaba tener la ayuda de mi familia para la crianza de nuestra hija, por lo que en noviembre del 2001 pude asistir al simposio internacional de arte, celebrado en las ciudades de Tokio y Osaka, en Japón. Fui una de las once practicantes africanas de arte que fueron invitadas por la Japan Foundation [Fundación japonesa] (principal agente japonés de intercambio cultural). El propósito de esta actividad era reunirse con nuestras contrapartes japonesas y planear distintas maneras de colaboración futura por medio del intercambio de las representaciones del arte y la cultura africanas. También asistí a la exposicoón "Yokohama 2001", en la que participaron más de cien artistas con obras específicas en el sitio web www.jpf.go.jp/yt2001. Fui invitada gracias a la recomendación de la Galería October. Esta actividad fue muy memorable y una gran oportunidad para conocer a otros profesionales de las artes africanas de quienes solo había leído sus escritos u oído hablar. En la actualidad nos reunimos a menudo por medio de Internet.

Viajé a Nigeria en el 2002 y trabajé con el equipo nigueriano que conocí en Japón y que está conformado por Krydz Ikwuemesi, Ayo Adewunmi y Gerry Buhari, todos ellos miembros del Pan African Circle of Artists [Círculo panafricano de artistas]. El propósito era asistir a la conferencia sobre el estatus, la función y las condiciones de trabajo del artista en África, la cual se llevaría a cabo en Enugu. En noviembre participé en la exposición Africa Heritage 2002 [Herencia de Africa 2002] que se organizó en Lagos. Esta relación de trabajo entre las distintas regiones de África promete un nuevo rumbo en el campo de las artes, tan diferente a la relación que ha habido entre África y Occidente.

En este momento soy coordinadora de la Uganda Artist Asssociation [Asociación de artistas de Uganda], un puesto de dos años al que fui elegida y en el que me he mantenido desde febrero 2002. La sede está ubicada en Kampala y se han realizado algunas actividades interesantes como el encuentro semanal de arte con intercambios prácticos e intelectuales, así como talleres y exposiciones de vistas fijas y video en la galería Nommo.

También se realiza el programa Artista del mes en conjunto con la Alianza Francesa de Kampala. En este momento, el principal proyecto en el que nos hemos embarcado es el de instalar un centro de recursos de las artes con el componente de la technología de la información en el que colaboraremos con Carla van Beers del sitio www.africancolours.com. Se puede tener contacto con la asociación en ugandartistsassociation@yahoo.com.

A mí me pueden contactar en nagawa@aol.com.



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